(A Delia, por inventar pecados como la eterna soltería y enamorarse de homosexuales, ¡te amo!)
Las grandes civilizaciones del pasado pasaron por un apogeo social y cultural en el que parece que todos acordaban haber llegado a la perfección es eso, o simplemente prefirieron eso a aceptar su cruel y mediocre realidad, algunos incluso se propusieron "compartir" su perfección con lo menos afortunados, a pesar de que estos se resistieran. Sin embargo las temporadas “perfectas” duran poco y no producen nada para el ser humano, tristemente al igual que en la vida propia se aprende más de las experiencias negativas.
Un comentario en “puertas de cristal” me dejó pensando en que si seguimos cometiendo los mismos pecados que nuestros antepasados estamos aceptando nuestra cultura como una cultura “perfecta”, sin embargo la incongruencia es impresionante; nos quejamos: del presidente, de luz y fuerza, de la delincuencia, la discriminación, los valores de la sociedad, la religión, el ateísmo, etc. Pero en nuestro comportamiento lo validamos, es como una ley y lo más increíble es que ese mundo del que tanto nos quejamos es el que nos acomoda, más que nada porque es el único que conocemos. Entonces citando a Homero (Simpson) “Quisiera cambiar el mundo, pero soy sólo un hombre”.
No tomar cartas en el asunto nos convierte en cómplices. Es posible que seamos de los muchos que logramos ver los defectos de nuestro mundo, que aceptemos que vivimos en la imperfección, que vivimos de la imperfección. Las dificultades para construir un nuevo modelo social son obvias, implican una revolución, sin embargo pareciera que no notamos que estamos enmedio de la mayor revolución que se ha dado en el ser humano. El proceso de globalización, el acceso a la información, la comunicación a nivel mundial, la fusión intercultural, son factores que han iniciado cambio tras cambio en la mentalidad de la mayor parte del mundo, exceptuando aquellas pequeñas poblaciones que han sabido resguardarse de la tormenta de ideas.
Si dejamos a un lado el miedo de actuar nos enfrentamos al siguiente problema: ¿Qué carajos hacemos? Nunca nos han enseñado a comportarnos “diferente” y la gente diferente suele ser encarcelada, medicada, asesinada o cualquier otro método de control que se les ocurra. Son las defensas de nuestra sociedad, sin embargo merece la pena detenernos a pensar que para mejorar no necesitamos “dejar de pecar”, necesitamos inventar nuevos pecados, nuevas maneras de ofender a esas ideas caducas que tanto nos atormentan.
Los pecados de las generaciones subsecuentes no deben ser asesinato, robo, estafa, extorsión, tortura, ahora debemos educar a la gente a pecar en pro de la transgresión, el cinismo, la herejía, el liberalismo. Curioso que nos pongamos a pensar en pecados en estas fechas, en un mundo tan lleno de tradiciones y costumbres que rigen nuestras vidas al grado de volvernos suficientemente religiosos como para crear, pedir, y acomodar un periodo vacacional basado en las creencias de unos cuantos; sin embargo es conveniente para todos, algo de paz, amor, alegria no le hace daño a nadie de vez en cuando, es tiempo de dar, y lo que estamos dando son ideas, que a todos convienen, nadie quiere un mundo en caos, no pretendemos que los que hasta ahora son pecados dejen de serlo, sino, que pasen de moda, que la gente que busca ser autentica, que busca lograr "algo" que nos beneficie a todos, prefiera pecar de sincera, pecar de directa, pecar de exigente, pecar de preguntona, pecar de original, pecar de insistente; en lugar de matar a todos y repoblar el mundo como se "ha hecho antes", no estamos seguros de cómo resultará, sin embargo nos llevará a un mundo diferente al que vivimos ahora, el que tan duramente criticamos y tan sutilmente aceptamos.
Besos!
(Gracias amor por corregirme, casi nunca t doy crédito, pero siempre me ayudas mucho, entrada publicada por Yeyé y Rulo)
miércoles, 23 de diciembre de 2009
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