martes, 11 de agosto de 2009

ideas nuevas al aire, acciones viejas al suelo

En la semana no he tenido mucho que hacer y he estado encerrado con gripe, así que decidí ponerme a leer un rato para la siguiente entrada a publicar en el blog.


Y feliz ahí va el internauta Rulo navegando por la web en sitios de todo tipo para encontrar inspiración. La inspiración llegó en forma de un severo deseo de sacarme los ojos por lo que estaba leyendo en una página de psicología barata que decía algo así como “Algunos homosexuales pueden llevar una vida relativamente normal y no presentan problemas graves, sin embargo la mayoría tienen dificultades importantes en diversas áreas de su vida.... la socialización, la sexualidad, el establecimiento con una pareja, autoaceptación.” No pongo la cita textual porque no quiero volver a leer tremenda cosa.

Ahora, merece un poquititito de crédito quien lo haya escrito porque yo pienso, no he conocido a un homosexual a quien su orientación sexual no le haya conflictuado en algún punto de su vida. Pero luego del shock decidí seguir leyendo, encontré cosas interesantes y que no sabía, en México existe un grupo (Renacer, ¿no les suena chistoso el nombre?) de “terapeutas profesionales” que tratan casos de AMS (Atracción por el Mismo Sexo) no deseada. Lo cual por alguna razón me suena parecido a la “homosexualidad ego-distónica” que fue eliminada del DSM (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) en 1986 según mi investigación XD.


Ahora vamos a ver lo que a nosotros nos toca decir:

Cerramos los ojos y pensamos en un mundo en el que no aceptan algo, lo que sea de nosotros, el uso de anteojos, el cabello chino, color de piel, pies grandes, ojos rasgados. Lo que tú encuentres que sea un poco característico de ti. El mundo es superfluo, pero cuando algo no le parece no le parece enserio, entonces existirían operaciones para los pies grandes y todo lo demás ¡Oh sorpresa! ¡Existe! Tenemos maravillosos maquillajes, cirugías “estéticas”, alaciado permanente de cabello, planchado de cejas, tatuado del delineado entre tantísimas maravillas, pues obviamente ¿cómo desaprovechamos la oportunidad?

Igual sería más fácil esconder que somos homosexuales y aquí empieza una serie de cosas raras, hay como en todo, personas a las que se “les nota” y personas que ni sus familias o amigos cercanos se dan cuenta. Pero como diría mi madre, las cosas caen por su peso.


Piensa en un mundo que desde que naces te forma una idea de que tienes que crecer y formar una familia, los conceptos de hombre y mujer vienen después, cuando empezamos a jugar, los cochesitos o las muñecas, el balón o el hornito, entre miles de opciones divinas para ir formando hombresitos y mujersitas. No hay escape. Cuando se es niño el mundo se encarga de matar la mayoría de nuestras ambiciones, un hombre no puede aprender a cocinar, una mujer no puede aprender una profesión, o desarrollar interés por los autos.

Cuando uno crece ya no solo es eso, tenemos que elegir con cuidado a nuestras parejas porque no vaya a ser que no le guste a “los demás” sean quienes sean éstos. No queremos que nos vean feo y nos señalen. Nacen estereotipos de belleza, de conductas, conceptos nuevos y cada día hay más....


A todas estas locuras, esta personita que le enseñaron que debe ser hombresito, mujersita puede asumir que algo no está bien, y buscamos cura para una enfermedad que no tenemos. Y nos encontramos con charlatanes que nos dicen que en el poder de dios, o la fé, o la psicología, o la medicina o cualquier cosa encontraremos la solución a nuestros problemas. Con suerte una persona se informará y descubrirá que no está loca y solo es un poquito diferente, la diferencia es mínima, nos gusta el licuado de plátano o de papaya en las mañanas. Pero la gente todo mira y todo juzga. Algunos quedan con la idea de crecer y formar una familia, no importa que tu pareja sea del mismo sexo, algunos prefieren cambiar el balón por el hornito (no necesariamente homosexuales), algunos incluso prefieren no formar relaciones duraderas y vivir “libres”. Entre miles de opciones que elige la gente “diferente”


Todos somos tan esclavos de las ideas sociales como el otro.....


Ahora volviendo al punto. ¿Cómo no vamos a tener problemas en una sociedad que desde que somos niños nos ha enseñado que estamos mal? ¿Cómo no tendremos dificultades para relacionarnos si solo se nos ha enseñado el rechazo?¿Cómo vamos a sentir autoaceptación por “eso”?

¿Eso no es natural? Yo recuerdo haber tenido besos y caricias de niño con amigos, una conducta bastante homosexual, recuerdo que yo me sabía homosexual antes de conocer a personas “así” y recuerdo también lo impresionado que quedé al ver por primera vez parejas del mismo sexo (vivía en una burbuja).


A lo largo de la historia no se ha encontrado la “cura” a la homosexualidad, que nadie les vea la cara, no son más que una variedad de estafadores. Porque además curiosamente nadie lo hace de a grapa. Por más que le reces a quien quieras, aunque te hipnoticen, te den toques en los huevos, o lo que sea que hagan estos grupos. Me parece interesante que no hay grupos de apoyo para el homofóbico, deberíamos crear uno. El creador del término homofobia George Weinberg dice que es “un temor que provoca un comportamiento irracional de huida o el deseo de destruir el estímulo de la fobia o cualquier cosa que lo recuerde”


¿Porque no son igual de populares los grupos de tratamiento contra la homofobia? En lo personal me parece una condición totalmente antinatural y aberrante, debe traerles muchos problemas, deberían mandarlos con un psicólogo para que los cure, o algún guía espiritual que les enseñe el valor del amor, o cualquier cosa, pero eso no está bien.


martes, 4 de agosto de 2009

Finalmente todos somos como somos...

Vivimos en una generación bastante interesante porque parece no interesarse en nada, cada vez existe más violencia en el mundo, más gente hambrienta, (hambriada) y enferma. No parece haber cura para el terrible abandono que se ha dado a si mismo el ser humano.

Pero ¿qué carajos tiene que ver esto con nosotros?
Creo que algunas personas se sintieron ofendidas por la última entrada, aclaro aquí que Yeyé y Rulo platicamos sobre lo agresivo que resulta en un momento el texto. Sin embargo concluimos que la gente prestaría atención hasta el final, no somos gays contra gays, ¡al contrario! Y de esto trata la siguiente entrada:

En éste mundo de locura, estrés, en una ciudad como nuestra bendita ciudad de México. Con su violencia, contaminación, corrupción, impunidad, inseguridad (larga lista de etcéteras) ¿qué es lo que puede mantenernos cuerdos y relativamente felices?
En ocasiones (creo que como todos) he llegado pensar que no es nada fácil para un gay moverse por ésta ciudad. Jaja, aquí solo aclaro, que un libro cambió totalmente mi perspectiva (Función de Medianoche, de José Joaquín Blanco), en fin. A lo que iba: Somos una generación que a pesar de toda la desintegración e indiferencia hemos mostrado algo que no había aparecido en la historia de México, aceptación de las diferencias.

Somos bastante afortunados de que existen personas que no se limitan a buscar en si mismos el “valor” de la tolerancia, sino que en verdad disfrutan esta coexistencia. Y es disfrutando de nuestras diferencias como podemos demostrar que al avanzar individualmente, al aceptar nuestra condición tan natural como es, logramos avanzar como sociedad.

Si wey! Y según tu ¿cuál es ese cambio tan grande?
En la calle los putos les siguen gritando jotos a los homosexuales, nos siguen mirando feo incluso las vestidas de insurgentes, y por si eso no fuera suficiente hay que pelear a muerte por los pocos prospectos fuera de closet dispuestos a mantener una relación libre. Y aquí quería llegar pues ha sido el sueño de incontables personajes a través de la historia, poder mantener una relación real, declarada, demostrada, apoyada, visitada, admirada… ese es el principal cambio que en la actualidad hemos logrado, la aceptación y apoyo de nuestros amigos y en los casos mas afortunados de nuestras familias.

Pensemos en el caso de un noviazgo buga, se que es difícil, los casos son cada vez mas raros, pero con imaginación o referencias de nuestros padres podemos hacernos una idea de lo que una pareja heterosexual hace cotidianamente (no no se pongan de cerdos, además los bugas no hacen esas cosas para su desgracia) pasean, comen con los suegros, se besan en el cine desde antes de que apaguen las luces, visitan antros fuera de zona rosa, ven películas en su casa, caminan de la mano y se despiden de beso sin importar donde estén. Todo lo anterior es posible porque es socialmente aceptada esa relación, pero no podría ser así si no fuera antes aprobaba por sus familias y las familias en general.

Ser presentado como el novio nunca será tan bonito ni tan aterrorizante al mismo tiempo como cuando es ante los suegros. Los hijos gays pretendemos también que algún día crezca nuestra familia, no que se divida por nuestra causa.